jueves, 14 de noviembre de 2013

Lolita

Un creepypasta escrito por Makytta Macarena Sorsha Tarocco

“Sin duda te preguntarás “¿quién es Lolita?” Yo soy Lolita, pero… ¿quién soy yo? Si te quedas, te contaré mi historia.

No recuerdo mi auténtico nombre, pero sé que nací hará unos 23 años y que morí con 22.

Cuando estaba viva vestía la moda lolita: vestidos elegantes y pomposos a la rodilla, influenciados por el victoriano, tocados hermosos y elaborados parasoles de encaje… una belleza atemporal que evocaba la feminidad de otras épocas.

Pero basta de derroteros y hablemos de mi vida.

Vivía en Mason City, con mi madre, en una adorable casita colindante a un bosque. Mi madre se había divorciado de mi padre cuando yo solo tenía 6 años y había sido ella quién, sin ninguna ayuda, me había criado.

Crecí amando a mi madre y pensando en ella como el ideal de mujer fuerte.

Cuando yo tenía 21, mi madre conoció a un hombre. Él tenía una apariencia amable y paternal, su sonrisa iluminaba un día nublado haciéndote saber que todo estaría bien. Seis meses después se casaron y yo no cabía en mi de alegría: ver a mi madre feliz a l lado de alguien después de tantos años me llenaba de júbilo.

No fue sino hasta después de mi 22 cumpleaños que las cosas cambiaron.

Mi madre se puso muy enferma, cáncer de hígado creo recordar. Falleció apenas un mes después.

Mi padrastro y yo continuamos viviendo juntos y yo adopté el papel de ama de casa: limpiaba, cocinaba, hacía recados… todo voluntariamente ya que a diferencia de él yo no tenía trabajo.

Al par de meses de morir mamá el empezó a cambiar: gritaba, llegaba borracho y todo estaba mal. Inocente de mí creí que sería por el dolor de haber perdido a mi madre… pero cada día el se comportaba peor, hasta que un día le contesté y recibí una paliza a cambio: “no eres más que una niña mala y a las niñas malas hay que castigarlas”.

Eso fue lo que dijo.

Después de esa ocasión las palizas se volvieron constantes, todo estaba mal y por todo merecía una paliza. Yo era mala y debía ser castigada.

La noche que yo decidí marcharme él llegó antes, muy borracho. Me miró a la cara, con esa mirada que anunciaba una paliza y me la dio. Yo era una desagradecida por querer irme lejos de él y para las desagradecidas como yo él tenía un trato especial.

Recuerdo ver que se bajó los pantalones, puedo evocar el sonido de mi ropa al rasgarse… y pos supuesto aún siento nauseas al recordar cómo se abrió paso dentro de mí una y otra vez, rompiendo todo a su paso.

Después de eso, otra paliza más y luego solo oscuridad.

Cuando volví a abrir los ojos no podía sentir ni tocar nada, solo ver y oír. Y lo que vi me horrorizó profundamente: él y yo estábamos en el bosque que había detrás de mi casa, él tenía una pala y cavaba mientras que mi roto y desmembrado yo yacía en un saco que pronto fue lanzado al hoyo y cubierto por tierra.

Me quedé ahí, no sé por cuento tiempo. Un torso sin brazos ni piernas y con la cabeza a un lado.

Una noche oí un grito y una bofetada. Pude verlo a él con una chica más o menos de mi edad, estaba viva, pero algo me dijo que iba a hacerle lo mismo que me había hecho a mí.

Algo dentro de mí comenzó a arder entonces, una ira que nunca había sentido. Esa ira cegó mi pensamiento y se extendió terminando de corromperme. Cuando esa ira se marchó, poseía manos, traslucidas, pero manos a fin de cuentas. Mi cabeza estaba sobre mis hombros, el vestido blanco bien colocado y mis piernas en su lugar, con el cadáver de él a mis pies.

Había castigado a una mala persona, porque las malas personas han de ser castigadas, ¿verdad?”

Eso es lo que me contó la señora. La señora es hermosa, aunque pueda ver a través de ella y su vestido blanco tenga manchas rojas.

Está cosida en varios sitios: en el cuello y a mitad de los brazos y de las piernas. Aunque ella dice que no lo sabe porque no se puede ver en los espejos.

La señora, o Lolita como quiere que la llame, llegó cuando papá estaba gritando y pegando a mamá. Aunque al principio me dio miedo, es muy buena: me canta canciones, juega conmigo, me acompaña al cole y cuando papá hace cosas malas a mamá ella lo deja todo en silencio.

Hoy papá me ha pegado por hablar con ella. La señora dice que papá es una mala persona y tiene que ser castigado… me lo dice muchas veces… pero yo creo que mamá es más mala por no castigarle y dejar que nos pegue a ella y a mí.

Hoy la señora me ha dicho que tiene que irse. Dice que hay más niños de los que tiene que cuidar porque sus papás también son malos. Creo que es porque castigué a papá y a mamá con un cuchillo en la cabeza y tiene que ayudar a otros niños a castigar a sus papás.

Porque son malas personas y las malas personas deben ser castigadas, ¿verdad?

-Fin-

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